jueves, 26 de agosto de 2010

2 de septiembre elecciones en la Ctera


La Ctera presenta hoy en Rosario una campaña por más financiamiento educativo
La Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera) encabeza una campaña para lograr un mayor presupuesto educativo. En rigor quiere ampliar el porcentaje que se destina a la educación y alcanzar el 8% del PBI para el 2015. Hoy, a las 10, en Sarmiento 1158 de Rosario, la secretaria general de la confederación, Stella Maldonado, ofrecerá una conferencia de prensa sobre el tema; y por la tarde una charla para docentes.

"Venimos impulsando una nueva ley de financiamiento educativo nacional que amplíe la actual y alcance al 8% del PBI para el 2015", anticipó Maldonado a LaCapital.com.ar. Hay que recordar que la norma aprobada en la materia en 2005 proyectaba alcanzar el 6% del PBI para este año, algo que se alcanzó.

Sin embargo, la dirigente de los maestros recordó que esa norma "fue aprobada antes que la ley de educación nacional, y por tanto hace falta presupuesto genuino para garantizar la obligatoriedad del secundario y del nivel inicial". Entre otras metas mencionó ampliar la cobertura a los más chiquitos del sistema, cumplir con las escuelas de jornadas completas y las condiciones de trabajo.

Además se conoce que preparan una marcha nacional de maestros _no tiene fecha aún_ para apoyar este pedido de más presupuesto educativo.

Los alcances de esta campaña sobre la "Ley de financiamiento educativo nacional y la actualidad docente" serán los temas centrales sobre los que Maldonado ofrecerá una charla abierta para los docentes rosarinos. Será en la sede el Instituto Rosita Ziperovich de Amsafé provincial, en Sarmiento 1158, a las 18.

Elecciones

En la conferencia de prensa y charla, la dirigente de la Ctera estará acompañada por la titular de Amsafé provincial, Sonia Alesso, quien además será su compañera de fórmula en las próximas elecciones del mayor sindicato de los maestros, el próximo jueves 2 de septiembre.

Así Alesso es la candidata a ocupar la secretaría adjunta de la Ctera en la lista "Celeste y violeta", que propone la reelección de Maldonado al frente de la confederación.

jueves, 19 de agosto de 2010

Como tirar a los K del tren para estrellarlo y hacerlo mierda


El 82% movil es como un moderno caballo de troya: si no sale, es culpa del oficialismo que no se ocupa de los jubilados, si sale y es vetado, la presidenta no respeta al congreso y no se conmueve con los pobres jubilados, aparte si la medida fuese factible, la usarían como promesa de campaña los futuros candidatos cuando sean gobierno en el 2011. La finalidad es desgastar al gobierno y seguir limando la gestión, y de fondo, como meta máxima, desfinanciar al Estado nacional y llevarlo a la quiebra, esto de varias maneras: liquidando el fondo de sustentabilidad, (que da margen de maniobra para fianciar obras y emprendimientos productivos, que a su vez generan nuevos empleos en blanco y fortalecen el sistema de jubilatorio de reparto,) y obligando a corto plazo a volver al esquema de finaciamiento externo, con la consecuente pérdida de libertad de maniobra en las políticas económicas, ya que al no ser sustentable el financiamiento a mediano plazo, se termina el superavit fiscal, y habrá que bajar el gasto en las áreas de gobierno como educación, salud, seguridad, etc. y contraer deuda para cumplir con el pago.
Luego seguimos con la desfinanciación del estado con el impuesto al cheque, la baja de retenciones, etc. etc. etc.
Para deslucir la gestión de Nestor y Cristina, estos muchachos no dudan es hacer pelota todo.
Pero no les tenemos miedo, este fin de semana volvemos a movilizarnos...

lunes, 16 de agosto de 2010

Derechos de Exportación y política económica


Carta abierta a Grobocopatel

Por Aldo Ferrer *

A raíz de la polémica que vienen sosteniendo a través de Página/12 el escritor Mempo Giardinelli y el empresario sojero Gustavo Grobocopatel sobre la cuestión social del agro y su responsabilidad en la protección del medio ambiente, empiezan a surgir otras voces que se suman al debate. Aquí, la del economista Aldo Ferrer.

Estimado Gustavo:

Recordarás que, hace algún tiempo, con nuestro común amigo Bernardo Kosakoff, publicamos un artículo, en co-autoría, sobre el papel de la cadena agroindustrial en la economía y la sociedad argentinas. En estos días he leído un intercambio de cartas abiertas que mantuviste, con Mempo Giardinelli, sobre las mismas cuestiones y no resisto la tentación de entrometerme para señalar algunos puntos. El intercambio es muy rico y esclarecedor sobre cuestiones fundamentales, como la protección del medio ambiente y los recursos naturales y la cuestión social en el agro. Al mismo tiempo, creo que el análisis debe ubicarse en el contexto más amplio del desarrollo de toda la economía nacional en su inmenso territorio y su posicionamiento en el orden mundial. Concentraré mi comentario en la cuestión de las retenciones, que es crucial en el tratamiento del tema.

Decís en tu carta: “Las retenciones son anti-Chaco, anti-desarrollo rural, anti-equidad”. No es así, por múltiples razones. No se puede hablar de retenciones sin referirlas al tipo de cambio. Es como tratar de contar la historia de Hamlet sin el príncipe de Dinamarca. Desvincular las retenciones del tipo de cambio no es sólo una insuficiencia de tu afirmación, sino una falta generalizada en todo el debate sobre la materia. La consecuencia es que el problema se reduce a su impacto en la distribución del ingreso. En mi intervención en las comisiones de Agricultura y Hacienda de la Cámara de Diputados de la Nación, durante el tratamiento de la resolución 125, destaqué que el debate se limita a ese aspecto distributivo cuando, en realidad, lo que está en juego es la estructura productiva y el desarrollo económico.

Las retenciones tienen un efecto fiscal y desvinculan los precios internos de los alimentos exportables de los precios externos. Pero estos objetivos podrían alcanzarse, en principio, por otros medios. Para el único fin para el cual las retenciones son insustituibles es para establecer tipos de cambio diferenciales, que es lo que realmente importa para la competitividad de toda la producción interna sujeta a la competencia internacional, en toda la amplitud del territorio nacional y sus regiones.

La necesidad de las retenciones surge del hecho de que los precios de los productos agropecuarios respecto de las manufacturas industriales son distintos de los precios relativos de los mismos bienes en el mercado mundial. Es decir, las retenciones permiten resolver el hecho de que, por ejemplo, la producción de soja es internacionalmente competitiva con un tipo de cambio, digamos, de dos pesos por dólar y, la de maquinaria agrícola, de cuatro. Los tipos de cambio “diferenciales” reflejan las condiciones de rentabilidad de la producción primaria y las manufacturas industriales. La brecha, es decir, las retenciones, no es estrictamente un impuesto sobre la producción primaria, sino un instrumento de la política económica. El mismo genera un ingreso fiscal cuya aplicación debe resolverse en el presupuesto nacional, conforme al trámite constitucional de su aprobación y ejecución.

La asimetría entre los precios relativos internos e internacionales no es un problema exclusivamente argentino. La causa radica en razones propias de cada realidad nacional. Entre ellas, los recursos naturales, nivel tecnológico, productividad y organización de los mercados. En la Argentina inciden, entre otros factores, la excepcional dotación de los recursos naturales y los factores que históricamente condicionaron el desarrollo del agro y la industria. Todos los países utilizan un arsenal de instrumentos (aranceles, subsidios, tipos de cambio diferenciales, etc.) para “administrar” el impacto de los precios internacionales sobre las realidades internas, con vistas a defender los intereses “nacionales”. En la Unión Europea, por ejemplo, sucede a la inversa que en nuestro país: las manufacturas industriales son relativamente más baratas que los productos agropecuarios. En consecuencia, se subsidia la producción agropecuaria, lo cual insume la mayor parte de los recursos comunitarios. Si no lo hiciera, desaparecería la actividad rural bajo el impacto de las importaciones, situación inadmisible por razones, entre otras, de seguridad alimentaria y equilibrio social.

¿Cuáles serían las consecuencias de unificar el tipo de cambio para eliminar las retenciones? En nuestro ejemplo, si el tipo de cambio fuera el mismo, dos o cuatro por dólar, tanto para la soja como para la maquinaria agrícola, en el primer caso (dos por dólar) desaparecerían la producción de la segunda y gran parte de la industria manufacturera, sustituida por importaciones. Las consecuencias serían un desempleo masivo, aumento de importaciones, déficit en el comercio internacional, aumento inicial de la deuda externa y, finalmente, el colapso del sistema. En el segundo caso (cuatro por dólar), se produciría una extraordinaria transferencia de ingresos a la producción primaria, el aumento de los precios internos y el desborde inflacionario. En las palabras de Marcelo Diamand, en la actualidad, dada nuestra “estructura productiva desequilibrada”, es inviable la unificación del tipo de cambio para toda la producción sujeta a la competencia internacional. Unificar el tipo de cambio traslada los precios relativos internos a los internacionales, con lo cual el campo se convierte en un apéndice del mercado mundial en vez del rol que le corresponde como sector fundamental de un sistema económico nacional, condición necesaria del desarrollo de cualquier país.

¿Por qué es preciso, simultáneamente, tener mucho campo, mucha industria y mucho desarrollo regional? ¿Por qué es necesaria la rentabilidad de toda la producción sujeta a la competencia internacional? Por la sencilla razón de que la cadena agroindustrial (incluyendo todos sus insumos de bienes y servicios provenientes del resto de la economía nacional) genera 1/3 del empleo y, por lo tanto, es inviable una economía, próspera de pleno empleo, limitada a su producción primaria, por mayor que sea la agregación de valor y tecnología al complejo agroindustrial. En otros términos, no es viable una economía nacional reducida a ser el “granero” ni, tampoco, la “góndola” del mundo. Sólo con esto nos sobra la mitad de la población. Por otra parte, la ciencia y la tecnología son el motor del desarrollo de las sociedades modernas y, para desplegarlas, es indispensable una estructura productiva diversificada y compleja que incluya, desde la producción primaria con alto valor agregado, a las manufacturas que son portadoras de los conocimientos de frontera.

Si se alcanza el convencimiento compartido sobre la estructura productiva necesaria y posible, se abandona la discusión de las retenciones como un problema reducido a la distribución del ingreso. Se plantean entonces dos cuestiones centrales. Por una parte, el tipo de cambio que maximice la competitividad de toda la producción nacional sujeta a la competencia internacional. Es decir, el tipo de cambio de equilibrio desarrollista. Por la otra, el nivel de las retenciones compatibles con la rentabilidad de la producción primaria e industrial, tomando en cuenta los cambios permanentes en las condiciones determinantes de costos y otras variables relevantes. Las retenciones deben ser “flexibles” y tomar nota de tales cambios. Al mismo tiempo, deben aplicarse de la manera más sencilla posible. Por ejemplo, la comprensible demanda del ruralismo integrado por pequeños y medianos productores de recibir un trato preferente es, probablemente, difícil de cumplir con retenciones distintas conforme al tamaño de las explotaciones o la distancia a los puertos y centros de consumo. Otros medios pueden ser utilizados con más eficacia para los mismos fines.

Es necesario referir los problemas señalados en el intercambio de cartas comentado al desarrollo nacional. Vale decir, el pleno despliegue del potencial, la gobernabilidad, la libertad de maniobra en un mundo inestable, la inclusión social, factores todos que, en definitiva, son esenciales para la prosperidad del campo, de la industria, las regiones, el capital y el trabajo, y para proteger la naturaleza y el medio ambiente. Para contribuir a tal fin es indispensable aclarar, de una vez por todas, qué son y para qué sirven las retenciones.

* Economista del Plan Fénix.

sábado, 7 de agosto de 2010

AFA: el muerto se queja del degollado

Daniel Vila, lanzó su candidatura a presidente de la AFA.

¿De dónde salió este Señor?
Vive en Mendoza, es presidente o dueño de Independiente Rivadavia. Pero la candidatura la presenta en Tucumán, extrañamente sin apoyo de ningún otro dirigente.
Posee, además, el segundo conglomerado mediatico más grande




después del grupo Clarín,


junto al menemista Manzano y a "Alica Alicate" De Narvaez.



Es el responsable del retraso de la aplicación de medios, ya que utilizó la influencia que tiene sobre jueces se Mendoza para sacar una medida cautelar, lo hizo a travéz de un lacayo suyo, Diputado de la Nación, Enrique Tomas.
En Rosario el grupo UNO es tristemente célebre ya que intentó destruir un tradicional radio AM (Lt3) y fusionarla con otra eliminando una Voz radial y echando a la calle a casi 30 empleados, la mayoría con larga trayectoria en la radiofonía local.



Es el mismo que por pedido del Colorado DE Narvaez, hechó de América Televisión, de América noticias y de Lt8, de Rosario, al Periodista Reinaldo Sietecase, luego de que este le hiciera un reportaje incómodo en el programa "tres poderes".

La idea debe ser recuperar el negocio del fútbol tomando por asalto la AFA...
Estemos atentos, desde los programas de televisión de sus canales, Vila continuamente opera contra Grondona, de ahí las críticas arteras de Pasman contra Maradona, o el encono de Fantino en su programa sobre fútbol, vergonzoso pasquin mercenario que desarrolla.
Veremos en el futuro como sigue esta historia de terror...